Es
increíble el odio que se vive hoy en día socialmente, no estoy segura si
siempre ha sido así, si alguna vez ha existido conformidad y satisfacción en el
vivir o simplemente es tradición del animal humano odiar a sus semejantes.
Y
digo esto porque es como una espina clavada en mi corazón, el tener que toparme
en la vida con gente llena de odio hacia los demás, odio al cambio, a las
nuevas formas de vestir, de hablar, hasta de escribir. Se comienza a
sacralizar los patrones de conducta como el patriarcalismo, y todo lo que salga
de contexto está mal.
La
sociedad avanza en el cambio y la transformación a pasos agigantados, como un
arbol que se ramifica sin parar… recordando un poco la teoría de Darwin (del tronco y las ramas), que
Dawkins llevó también a las ideas creando la visión de los memes en la mente
tanto como los genes en el cuerpo, igualmente son víctimas de la selección
natural; se crean nuevas especies, nuevas tribus urbanas, nuevas corrientes de
pensamiento que desplazan a las vetustas. Pero siempre habrá gente que tiembla
de rabia observando los cambios, que se resiste furiosamente a todo lo nuevo;
temen que su sociedad patriarcal se desmorone, que ya nadie se case y perpetúe
la especie, ya se ven extinguidos porque hay jóvenes androginos que se depilan
las cejas, porque hay tribus urbanas un tanto asexuadas para el vestir, etc.
La
evolución social es compleja hoy. Es simplemente: ¿ir con la corriente o
resistir? O más bien salirse del río y tolerar tranquilamente la diversidad y
multiformidad cultural de hoy; es por lo que yo personalmente he optado.
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