miércoles, 10 de diciembre de 2014

Yo, misántropa

Había olvidado el horror. Me había dormido. Los vientos de la rutina lograron cubrir de arena la conciencia. ¿Es posible? Claro que lo es. Le ocurre a todos, eso quisiera creer, que todos han tenido alguna vez conciencia... aunque sé muy bien en el fondo que no es así.
El animal humano gusta de andar con una venda en los ojos, ama su venda, no quiere que se la remuevan. Cuestionar no va con él, pensar; aun menos.
Desconoce la grandeza del Cogito Ergo Sum.
He podido lamentar ver gente de gran inteligencia rebatiendo lo anterior...

La misantropía no puede ser la respuesta, pero es el fruto. Es la cosecha de una siembra de odio y de maldad.

La inequidad humana, la falta de empatía, la injusticia... el horror, me horrorizo de ser humana, preferiría mil veces no haber nacido, ante todo esto que he tenido que ver.

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