miércoles, 2 de diciembre de 2015

Casi un mes

Desde la revelación de mi Asperger y confirmación...
Mucho meditar y andar en las nubes, mucho más alienada de lo normal, con un cambio de casa de por medio, lluvia de problemas, nervios por las notas en la U, estress, migrañas y finalmente esperanza.

Nuevas metas, propósitos para mejorar.
Mi nuevo hogar es un sueño, me despierta el canto de un gallo diariamente a las 5 de la mañana... abro la ventana y el canto de los pájaros me llega desde los árboles del patio, el jardín es un sueño, parece sacado de Alicia en el país de las maravillas.

Hay momentos de lucidez en que el Asperger me deja un respiro, veo mi realidad y en verdad siento pena por la gente que me rodea, pena de ser quien soy y generar aquella incomodidad. Pienso en que podría trabajar en ello, y quizás mediante alguna terapia suavizar ciertas actitudes.
No sé cómo son las relaciones entre la gente normal, al parecer se hablan y ríen aunque se caigan mal, yo no puedo. No puedo fingir simpatía por más que me esfuerce, y soy muy buena actriz.

En fin... me acostumbré a luchar contra mi misma, la costumbre es más fuerte que el amor.

No hay comentarios: