lunes, 16 de agosto de 2010

el que dijo que el dinero no compra la felicidad no sabía donde comprar

xD así es...
el dinero!!
el poder adquisitivo... nunca había hallado tanto placer en él hasta ahora...
hemos crecido con la creencia de que el dinero es malo, que quien lo posee en abundancia hasta está condenado por ello
la mentalidad conformista versus la mentalidad exitosa
qué tiene de malo desear riqueza, soñar con ella, trabajar para ella?
la satisfacción, la comodidad... los lujos!!
amo los lujos!!
cómo ha sido duro vivir sin ellos...
pero ya llegará una época en que mi preocupación vuelva a consistir en la porcelana fina y las copas de cristal soplado que tintineen como campanitas al viento...
visualizar, materializar en el pensamiento... atraer lo deseado con fervor...
si muriese dentro de poco tiempo creo no me perdonaría no haberme dado los gustos que siempre he querido, por tanto es tiempo de cambiar la mentalidad y abandonar la austeridad tan amada durante tanto tiempo.
Abracé la austeridad en mi época mística y contemplativa, ah sí! La austeridad teresiana…
Mas, ahora un cambio se ha generado y es necesario, y mucho, reencaminar la barca cambiando la posición de las velas por el mar de la vida a otra ruta…
Y si no me gusta, siempre puedo volver a la austeridad, viviendo con desapego.
Aun con el corazón dividido pues una parte de mi corazón vestirá siempre el sayo café carmelitano y el escapulario santificador.
Mas la otra parte vivirá, disfrutará, anhelará y se transformará…
Qué hay de malo en ello? Malo es sólo lo que hace sufrir… lo que causa risas y satisfacciones malo jamás podrá ser según mi código moral, pues mi código creado y perfeccionado a través de los años tiene más valor que las miles de leyes impuestas. Pues quién más que yo sabe de dolor y sufrimiento! He crecido en el, he sido forjada en él, mis ojos, mi rostro, mi cuerpo entero habla de él, cuenta la historia de él, mis palabras tienen el tono musical de su forma…
Y si algo hallé en el camino que me hace hoy sonreír bienvenido sea a mi vida!

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